El jugar al ajedrez combatiría la violencia en las escuelas, o al menos eso apuntan los expertos tras decubrir la reducción de los episodios de agresión en varios establecimientos educativos donde se instituyó su práctica.
El ajedrecista argentino Horacio Moiraghi, declaró al respecto que ""el ajedrez contribuye en la modelación de conductas positivas en los chicos... la obsesión y la adrenalina la vuelcan en este caso en un juego inofensivo que insume mucha tensión; los chicos con problemas de conducta, por ejemplo, se enganchan mucho y se quedan jugando después de la clase".
Además, la práctica del ajedrez estimula el pensamiento lógico, la imaginación, la precisión, la memoria y la tenacidad; así como la promoción de la concentración, la autocrítica y el discernimiento. Con lo anterior, no cabe duda de que tendremos motivos para estar agradecidos con sus inventores, que hasta donde la certeza llega solo se tiene seguridad que fue traído a España por los árabes en el siglo VIII.
Fuente: Infobae.com