La dificultad de “encapsular” la insulina y sustituir así con pildoras lo que ahora son inyecciones para ayudar al diabético en el control de sus niveles de azucar parece estar a punto de resolverse.
El problema radica en que resulta imposible a la insulina sobrevivir a los ácidos estomacales y llegar sana y salva al intestino delgado, desde donde es absorbida. Un recubrimiento de hidrogel que protega la insulina en su llegada al estómago facilitaría su llegada hasta el intestino delgado y además permitiría que la píldora se adhiera en éste, emitiendo con periodicidad su contenido (alrededor de 10 horas).
Las investigaciones se están llevando a cambo por ingenieros biomédicos en la Universidad de Texas, en la ciudad de Austin, y son parte de un arduo trabajo de ya 10 años de estudiar el problema por parte del Dr. Nicholas Peppas.
Estimaciones de Fundación Diabetes indican que hasta el 2006 más de 2 millones 500 mil personas padecen diabetes en España.
Fuente: Physorg.